Heladería VittoriaUn trozo de Italia

Hace ya un cuarto de siglo que el aficionado a la mar Federico Bogazzi en uno de sus paseos en barco por el litoral virgen del Mediterráneo quedo fascinado de un lugar que era prácticamente un puerto natural y que los de la zona le llamaban San José, desde el primer momento supo que ese flechazo inicial depararía en una relación de mucho tiempo y por ello convenció a su amigo Vincenzo Gattero también residente en Finale Liguría, un pueblo muy parecido a este muy cerca de Génova, para explicarle que ese era un sitio donde montar un espacio donde mostrar parte de la gastronomía italiana a los almerienses y a los turistas que venían a este paradisiaco lugar.

En ese momento en 1985, a muchos de los almerienses, como el que escribe, nos enseñaron a comer helados, de unos sabores que por aquí no eran comunes ya que estábamos acostumbrados a otro tipo. Durante estos mas de 20 años nos han acostumbrado a después de un día de playa en cualquiera de las paradisiacas calas de Mónsul, Genoveses o la Media luna, por poner algunos ejemplos, la siguiente parada obligatoria era la de ir a la Heladería Italiana de enfrente de la playa, mas tarden llegarían el Puerto Deportivo, el coqueto Paseo Marítimo, o la peatonalización de la plaza contigua, pero ellos ya estaban allí. Esta tradición se viene conservando hasta hoy día, ya que la Heladería Italiana sigue siendo un punto de encuentro de turistas y lugareños para desde alimentarse hasta dejar caer la tarde.

Fue en el año 1997 cuando Massimo Oddera intimo amigo de estos dos se sumó como socio a este establecimiento emblemático y no solo se ciñeron a vender los sabrosos y únicos helados sino que también empezaron a vender pizzas y platos típicamente italo-mediterraneos como ensaladas, platos de pasta, carne y pescado.

A día de hoy, ya como Massimo como único socio, después de 24 años de continuo éxito y después de haber abierto en la Capital una heladería frente al Instituto Celia Viñas, este espacio se ha reconvertido en un lugar en el que se puede desde desayunar a cenar, pasando por la comida, el café… pero siempre con el mar Mediterráneo y sus famosos helados como denominador común.

Por citar algunos platos que aquí nos proponen diremos que prueben sus espléndidas pizzas elaboradas artesanalmente y a vuestro gusto, en cuanto a la pasta, la pasta casera por ejemplo Los tagliatelle frutti di mare, los cuáles son muy recomendables, o bien, los Ggnocchi a la sorrentina, o bien un buen pescado fresco a la plancha y finalizando con un postre exquisito y casero, como por ejemplo la pizza al chocolate, la tarta de manzana o el ineludible tiramisú (que como su nombre indica te lleva, casi, al cielo).

Lo bueno que tienen este tipo de locales es que son aquellos que a cualquier hora tienen ambiente, se puede degustar manjares deliciosos y todo a un precio ajustado. Date una vuelta que se seguro que se lo recomiendas a tus amigos.

Recuerda que es un local que abre desde Semana Santa hasta finales de Octubre.