Las rosquillas más auténticas y centenarias nacen en Alhama
Productos Dicel fue la "primera" en fabricarlas en el municipio alhameño a principios del siglo XX · La firma tiene dos fábricas y dos tiendas en la provincia en las que se venden todo tipo de dulces, bollería y pan

"Quien pan menea pan no desea". Celia López Arcos, copropietaria junto con su hermano Diego y su marido de Productos Dicel (contracción de sus nombres), pronuncia con soltura un dicho que a buen seguro aprendió de sus padres. Su familia lleva ligada al gremio de la panadería "desde que la fundaron los abuelos, a principios del siglo XX".
Fue el primer establecimiento de este tipo en el pueblo, Alhama de Almería, y supuso una "gran ayuda para mucha gente" tras la Guerra Civil. En aquel tiempo de hambruna, las puertas del negocio y el horno estaban abiertas a todos aquellos vecinos que quisieran 'cocer' allí sus propios productos, incluso "para venderlos por su cuenta".
Celia recuerda a su madre con cariño y no olvida su espíritu emprendedor,"era muy industrial. Ella fue la primera que comercializó las rosquillas en el pueblo". Entonces la gama de productos era mucho más reducida que la actual. Se limitaba a "pan y poco más", y la inclusión de las roscas supuso una novedad importante llegando a convertirse en uno de los elementos imprescindibles en las mesas de los alhameños y del resto de los habitantes de la zona. "Se comían con queso, en el desayuno, en las celebraciones... suplían al pan y eran la merienda de cualquier niño, rosquilla con chocolate".
A Celia le gusta rememorar aquellos tiempos. A sus 60 añ os dice estar a punto de jubilarse. Ahora le toca el turno a la tercera generación, encarnada en su hijo "y si algún día quiere, el sobrino".
El tiempo pasa y el negocio debe proseguir, pero la receta sigue siendo la misma que antaño, con una base "100% aceite de oliva". Además "cuando empezó a haber más gente que hacía las roscas decidimos pegarnos a la respostería y a la panadería".
Esta ampliación del negocio procuró unos años de gran expansión en los que se llegaron a fabricar "hasta 3.000 bolsas diarias" solo de este producto en dos turnos de día y noche. La marca Dicel llegaba a las provincias de Granada, Málaga o Barcelona. Después la propia evolución del sector con la consiguiente explosión de productos variados y más competitivos hizo que la firma alhameña se decantara por el comercio a nivel provincial. "Para conservar la misma calidad se tenía que aumentar el precio, y optamos por quedarnos solo en Almería".
Las instalaciones también han cambiado con el paso de los años. El obrador que se ubicaba en el centro del pueblo dejó paso a unas modernas instalaciones en el polígono del centro periurbano y a una segunda industria en la capital almeriense. En cada una trabaja una plantilla de diez empleados que se dedican a la producción de todo tipo de panes, bollería y otros dulces, aunque las rosquillas siguen produciéndose exclusivamente en Alhama, y de manera artesanal, como la mayor parte de los dulces y de la bollería.
El procedimiento combina una parte de mecanización en la primera fase del amasado y el recorte de la masa, pero torna a manual para dar la forma final y para el empaquetado. "Son tan frágiles que no se puede dejar esa parte a una máquina. Se embolsan una a una y con mucho cuidado".
La comercialización de Productos Dicel se realiza de forma directa en la Tienda panadería y pastelería de Alhama de Almería (Calle Canalejas, 18) y en el establecimiento de la capital (Avenida Blas Infante, 55, Almería).
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