La COVID y el frío dejan ‘tiritando’ el stock de leña seca
José López, que cuenta con un punto de venta y reparto a domicilio en Viator, relata que se han desbordado las previsiones: “En 27 años que llevo en el negocio, nunca antes había visto algo igual”
Almería/Lleva 27 años en el negocio de la leña y nunca antes había visto algo igual. Con la crisis sanitaria, la borrasca Filomena y la ola de frío que le ha seguido, la demanda de madera para chimeneas y hornos se ha desbordado y ha acabado con todas las previsiones como cuenta José López, quien dispone de un punto de venta en Viator y realiza servicio a domicilio. “No hay leña seca en toda España”.
López empezó hace casi 30 años a dispensar leña en Abrucena, desde donde hacía pequeños repartos en su camión. Hace siete años decidió dar un giro a su negocio y se asentó en Viator, un lugar más estratégico para el negocio y más accesible para los particulares de zonas próximas quienes acuden conforme van necesitando madera para sus chimeneas.
Como relata el empresario, él planifica cada temporada con unas estimaciones de ventas si bien compra kilos demás para que no falten. Pero este año ni esos kilos demás han sido suficientes. “El mercado ha absorbido toda la leña que había, porque ha hecho tanto frío en toda España, que desde Madrid hacia el norte han barrido con todo. Han pagado precios astronómicos, pero se ha vendido y, ahora, no hay leña seca, ni cara ni barata”. José López comercializa dos tipos de leña: encina y olivo. Para afrontar cada campaña adquiere en torno a 500.000 kilos de distintos puntos de la comunidad andaluza y también de otros lugares de la geografía española como Badajoz; “suelo echar kilos demás para que no falte y si sobra algo no pasa nada porque es a la primera que se le da salida, pero tampoco me excedo ya que con el paso del tiempo la leña va perdiendo propiedades” . En esta línea, López empieza hacer acopio de leña verde durante estos meses para dejarla secar en el periodo estival, en caso de que la leña seca se moje no perjudica luego su prendimiento ya que dejándola, posteriormente, al aire para quitar la humedad es suficiente.
Esta misma semana, López viajaba por Andalucía en busca de leña verde, de hecho ya ha realizado algún pedido, que a principios de semana aún no había recibido y es que la climatología de días atrás también ha causado estragos en el campo y el acceso para la recogida de madera también se ha visto dificultada. La idea de López es ir haciéndose con leña para dejarla secar en sus instalaciones, ya que pasados estos fríos meses hay clientes que la siguen demandando, como pueden ser las panaderías que disponen de horno de leña o las pizzerías, a las que también atiende.
José López no contemplaba este escenario, más bien el contrario. “Después de 27 años en esto, me ha engañado la COVID-19. Pensaba que iba a ser un año malo, porque la gente tiene menos trabajo..., pero ha sucedido al revés, la gente está más en casa y quiere estar cómoda”. En esta línea insiste: “Creía que iba a vender la mitad de lo que tenía, sin embargo esto se ha desbordado, desde mediados de noviembre a veces había en la puerta unos 40 o 50 coches para ser atendidos”. Tradicionalmente, el pico de venta es en Navidad alargándose la temporada hasta marzo. Además, en Almería, según cuenta, la situación es peculiar bien por falta de espacio en las casas, por las temperaturas o, simplemente, porque va en la forma de ser de los ciudadanos, ya que en otros lugares, la gente se aprovisiona de leña verde sobre el mes de agosto, la almacena en casa y la deja secar, “aquí no, cuando hace frío los ciudadanos se acercan al punto de venta y van comprando leña ya seca conforme van necesitando”.
Respecto al precio de la madera, a pesar de la demanda, José López ha comercializado la que tenía sin variaciones. Sin embargo, ahora el mercado se ha disparado. En este sentido explica que si bien antes él compraba leña verde a siete céntimos el kilo para comercializarla a 10 céntimos seca, en estos momentos, el coste de la leña verde se ha disparado a los 10 céntimos, aún así se aprovisiona para no dejar de atender a sus clientes. Ante la la elevadísima demanda que ha vaciado de leña las instalaciones, la empresa ha pedido a quienes llaman para hacer pedidos esta semana que vuelvan a intentarlo la siguiente por si hubiera suerte, ya que, actualmente, queda una pequeña cantidad para que los clientes se sirvan poco a poco e intentar que puedan ir tirando.
Recordar que, a pesar de que Viator es uno de los municipios afectados por las medidas más restrictivas frente a la crisis sanitaria dada su tasa de incidencia, el punto de venta de leña se encuentra abierto pues es una actividad esencial que hace también posible el funcionamiento de negocios mencionados con anterioridad, como panaderías o pizzerías.
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