El sabor, punto común de las líneas I+D+i en la producción de frutas y hortalizas

Las frutas y hortalizas frescas son alimentos fundamentales dentro de una dieta variada y saludable. Para los consumidores, uno de los atributos más apreciados y que motiva la repetición de compra es el sabor, acompañado de la homogeneidad del producto para que éste presente siempre características similares.

Ese es precisamente el denominador común de buena parte de las líneas de trabajo que se llevan a cabo en Investigación y Desarrollo, dirigidas a la obtención de nuevos productos o la mejora de los ya existentes. 

La cooperativa agroalimentaria Anecoop cuenta con dos delegaciones en Andalucía, una en Almería y otra en Sevilla, así como un departamento de Producción e Innovación, que trabajan en contacto directo con sus socios en la zona para suministrar al mercado productos que cumplan con las expectativas de los consumidores y animen las ventas. Dentro de sus líneas de investigación, se trabaja en frutas como la sandía, los cítricos o los exóticos, y en hortalizas se han realizado trabajos en los últimos años centrados en la selección de tomates de sabor. 

Pionera en el lanzamiento al mercado europeo de la sandía sin pepitas hace más de tres décadas, Anecoop renueva cada año su liderazgo como primer operador de sandías de Europa. El éxito consolidado de esta categoría le debe mucho al sabor, un parámetro que el equipo de Producción e Innovación tiene en cuenta en sus proyectos, tratando siempre de incorporar nuevas variedades con carnes más dulces y consistentes, dos de los factores que determinan el sabor. 

Los cítricos son otro cultivo en el que las tendencias apuntan a una búsqueda de sabores diferentes, en algunos casos recuperando variedades con sabores tradicionales. Es la línea de las naranjas pigmentadas, de las cuales las de pigmentación roja son las más fáciles de identificar para el consumidor por su color rojizo interno y externo, y tde las más apreciadas, por su sabor diferente, su alto contenido en zumo y sobre todo por su valor antioxidante. 

En tomate, hace seis años Anecoop trabaja en el proyecto Lygalan, que desarrolla junto a dos de sus socios almerienses, Coprohníjar y Hortamar, buscando una diferenciación en tomate de sabor. 

Con la puesta en marcha en 2017 de la A.I.E. Exóticos del Sur, Anecoop consolida el desarrollo de cultivos exóticos de proximidad, buscando el menor tiempo entre la recolección y el consumo. Los frutos exóticos de cultivo nacional son más sostenibles, ya que su proximidad a los mercados europeos reduce los tiempos de transporte, disminuyendo su impacto en la huella de carbono. Además, permite la recolección en su momento óptimo de maduración en el árbol, dándole a la fruta un mejor color y sabor. 

Dentro de esta categoría, son la papaya y la pitahaya los productos a los que la cooperativa le ha dado un mayor impulso. En papaya, Anecoop cuenta con un programa comercial consolidado, sin dejar de buscar continuamente variedades que se adapten mejor a sus condiciones de cultivo.  

La pitahaya, que precisamente se encuentra en plena campaña de producción nacional, es una fruta que, por su apariencia y colorido, su sabor dulce y jugoso y sus propiedades nutricionales, despierta mucho interés y expectación entre los consumidores. Por eso Anecoop comenzó a realizar selección varietal de esta fruta hace más de siete años, escogiendo tres variedades que cumplen con los parámetros señalados, aportando además la homogeneidad necesaria para que el consumidor obtenga siempre frutas de las mismas características.