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Juan ramón Guillén. Presidente de la fundación guillén
La Fundación Guillén se halla inmersa en un nuevo proyecto: la convocatoria de los Premios Juan Ramón Guillén, que casi con toda seguridad celebrarán su primera edición en 2018 y contarán con tres categorías: Joven Agricultor, Trayectoria Profesional e Innovación Rural. El objetivo de los galardones es el mismo de la propia Fundación: reconocer e incentivar el desarrollo del sector rural y olivarero, y fomentar la divulgación sobre este ámbito. El presidente de la Fundación resalta la ilusión que han puesto en esta nueva iniciativa y en esta entrevista hace un repaso a la andadura de la institución.
-La declaración del olivar andaluz como Patrimonio mundial por la Unesco es una de las iniciativas emblemáticas de la Fundación, ¿no?
-Exactamente, la candidatura de los Paisajes del Olivar Andaluz a Patrimonio Mundial de la Unesco es, por definición, el proyecto más emblemático de la Fundación Juan Ramón Guillén. Su obtención supondrá la puesta en valor del sector olivarero y sus productos a nivel internacional, fomentando el consumo de aceite de oliva y el desarrollo de actividades vinculadas al oleoturismo. Actualmente, la iniciativa está muy avanzada. Se ha finalizado la redacción del expediente justificativo de la candidatura, que cuenta con más de 12.000 páginas, y se ha entregado al Ministerio de Cultura conforme a los plazos establecidos. Ahora le corresponde al Ministerio elevarlo a la Unesco. La declaración de Patrimonio Mundial será un reconocimiento a nuestra seña de identidad, pues en Andalucía el 40% del sector agrario, unas 250.000 familias, están vinculadas al ámbito olivarero.
-¿Cree que los andaluces no conocen suficientemente la cultura olivarera con la que conviven?
-Desde la fundación trabajamos, precisamente, para que ese conocimiento no se pierda. Trabajamos para perpetuar la cultura aceitera entre las nuevas generaciones, que hoy en día tienen menos contacto con el mundo rural y, por tanto, con el sector olivarero. En Andalucía, y en España en general, tenemos muy interiorizado el consumo de aceite de oliva, es la base de nuestra cocina, pero en ocasiones falta conocimiento, sobre todo, sobre sus propiedades beneficiosas para nuestra salud. Por suerte, cada vez hay un mayor interés del público general por conocer el origen de sus productos, sus procesos y todo el legado cultural que conlleva.
-La divulgación es una de las áreas en las que trabaja la Fundación. ¿Qué destacaría?
-Pondría el foco en la labor que realizamos con escolares. Desde 2011, más de 14.000 niños de las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla han participado en los programas sobre cultura aceitera que tenemos en marcha. Les explicamos cómo es el proceso de elaboración completo. Por supuesto, finalizan la actividad realizando una cata de aceite de oliva y aprendiendo que es importante que lo incorporen en su dieta diaria. Creemos que es fundamental desarrollar este trabajo con los niños para transmitir a las nuevas generaciones el papel que desempeña el aceite de oliva como base de nuestra gastronomía, pero también como un pilar de nuestra cultura y nuestras tradiciones.
-También tienen un área de formación con una vertiente social. ¿Puede explicar cómo funciona?
-Prestamos especial atención a los colectivos con más necesidades, como son las personas en riesgo de exclusión social o con discapacidad. Es absolutamente necesario llevar a cabo acciones que promuevan su inclusión, y creemos que la formación es la mejor manera de incrementar su empleabilidad y, por tanto, las posibilidades de que se produzca una integración real. En total, más de 400 personas de más una decena de entidades han participado en los programas de formación. Por dar un ejemplo, en 2017, en el marco del programa Solidarios Coosur, formamos a 15 chicos con discapacidad intelectual para trabajar en cocinas profesionales y a otros 6 como monitores de ocio y tiempo libre, y las Becas Acesur formaron a 9 personas como camareros profesionales.
-En el campo de la investigación desarrollan una importante labor en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas, ¿no?
-Hemos desarrollado una cátedra de investigación sobre el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas con la Universidad Complutense de Madrid. Han sido tres años de trabajo destinados a analizar estas patologías y a estudiar de qué manera se podrían prevenir. Uno de los factores que contribuyen a su prevención es la nutrición. Seguir una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea, reforzada con el consumo de aceite de oliva virgen extra, ayuda a prevenir la aparición de dichas enfermedades.
--La sede de la Hacienda Guzmán cuenta con una olivoteca. ¿Qué investigan allí?
-La olivoteca es un museo de olivos en el que contamos con más de 150 variedades de 13 países de diferentes partes del mundo. Hay especies de España, pero también de Italia, Siria, Albania o Líbano. Cada año elaboramos aceite con cada una de las variedades y analizamos las muestras extraídas para conocer, entre otras cosas, su nivel de polifenoles y de acidez. Así conocemos las características de cada una de las especies, su rendimiento, su evolución y las propiedades que las definen. La olivoteca es un lugar prácticamente único en el mundo, muestra de la diversidad inherente al sector olivarero.
-¿Qué es el oleoturismo?
-El oleoturismo, que nosotros desarrollamos en nuestra sede, la Hacienda Guzmán, consiste en ofrecer al visitante una experiencia que le acerca al proceso de elaboración del aceite de oliva, al origen del producto. Las personas que nos visitan pueden hacer una visita al campo y presenciar todas las fases del proceso de producción hasta que se obtiene, en la misma finca, un aceite de oliva virgen extra de extraordinaria calidad. Actualmente, el sector del oleoturismo es un mercado incipiente y responde a la creciente demanda de turismo experiencial. Es un complemento perfecto para el tradicional turismo cultural o el de sol y playa.
-¿Qué significa el olivar para Andalucía?
-El olivar y su cultivo es algo que forma parte de Andalucía, de nuestra historia y nuestra cultura. España sigue siendo el mayor productor de aceite de oliva a nivel mundial y el 80% de ese aceite es andaluz. A lo largo de los siglos, el cultivo del olivar y la elaboración de aceite de oliva han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico de nuestra comunidad. No hablamos sólo de hacer un producto, el aceite de oliva, sino de todo lo que ello conlleva. El trabajo en el sector implica que existen profesiones específicas, patrimonio arquitectónico y un legado cultural incalculable.
-Destaque alguna vertiente de la labor de la Fundación.
-Me gustaría recordar la importancia de trabajar para garantizar la pervivencia del sector. Hay profesiones tradicionales que corren el riesgo de desaparecer y nuestro compromiso es promover la formación de los profesionales que trabajan en el ámbito olivarero, de manera que continúen existiendo esas profesiones tradicionales e, incluso, se recuperen oficios perdidos.
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