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Las frutas y hortalizas de Andalucía, consolidación y futuro
La opinión invitada
El autor cree necesario avanzar en la organización del sector bajo abrigo.
LA agricultura bajo abrigo de Andalucía ha ido evolucionando con el paso de los años hasta convertirse en toda una industria de producción y comercialización de frutas y hortalizas que abastece a media Europa, y llega a destinos de ultramar como EEUU. En la última campaña -y según publica el Anuario de Estadísticas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), procesado por el Departamento de Inteligencia de Mercados de Cooperativas Agro-alimentarias de Almería- en Andalucía hay actualmente una superficie de 51.767 hectáreas de frutas y hortalizas bajo invernadero, con una producción que asciende a 3.629.599 toneladas y un volumen de negocio de 3.231 millones de euros.
La agricultura invernada de Andalucía cuenta con estructuras asociativas que le han permitido seguir creciendo, logrando una mejor posición en el mercado, así como una imagen más reforzada y reconocida a nivel internacional.
En un primer nivel, contamos con las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas, OPFH. Estas son estructuras organizadas que persiguen la planificación de la producción y la comercialización en conjunto de los miembros. Están plenamente reconocidas en el reglamento europeo, aunque lo cierto es que creemos que la normativa comunitaria debería simplificarse para este tipo de organizaciones.
Las OPFH disponen de una serie de mecanismos encaminados a mejorar el sector a través de la gestión de crisis. Estos son: retiradas, recolección en verde y no recolección, formación; promoción y comunicación; costes administrativos derivados de la constitución de fondos mutuales y devolución de capital o pago de los intereses de préstamos contraídos por las Organizaciones de Productores para financiar medidas de prevención y gestión de crisis.
En un segundo nivel está Aproa, que es la Organización de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía que aglutina a un gran número de OPFH y su finalidad primordial es la defensa y el fomento de los intereses de sus miembros y la promoción del asociacionismo agrario. En la última campaña, Aproa, que cuenta con 57 Organizaciones de Productores miembros repartidos en las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Huelva, Málaga y Sevilla, ha registrado una facturación de 1.183 millones de euros; con un volumen de producción de 1.582.120 toneladas; una superficie de cultivo de 29.873 hectáreas; y más de 11.000 agricultores asociados, dando trabajo a 52.000 personas.
Esta asociación está ejecutando un Programa Operativo Parcial en el que participan 25 OPFH y en el que, gracias al sistema de retiradas para distribución gratuita de productos en distintos Bancos de Alimentos y organizaciones caritativas de toda España, se ha coordinado la entrega de 5.532.390 kilos de frutas y hortalizas en 2014. Gracias a esta acción, que se encuentra dentro del Programa Operativo Parcial de Aproa, se ha podido atender a 400.000 personas necesitadas de nuestro país. Pero aún se podría conseguir mucho más ya que se está haciendo un esfuerzo enorme en el tema de distribución gratuita, pero nos encontramos con que hay muchas limitaciones ya que no se permite la transformación para las hortalizas y la capacidad de absorción de los bancos de alimentos es muy limitada.
Además de la forma de organizarse las comercializadoras, el sector dispone de la Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, Hortyfruta, que es una organización que ha logrado en poco tiempo liderar y garantizar una agricultura responsable y sostenible que favorezca a las personas, que asegure el cuidado al medio ambiente y que garantice un producto sabroso y sano al consumidor final.
Actualmente, se ha dado un paso más y se ha creado Hortiespaña, la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de España. Con ella la horticultura de invernadero andaluza y española tendrá las herramientas para abordar campañas de promoción a fin de mejorar su imagen y poner el foco en la excelencia de los productos: calidad, seguridad alimentaria, trazabilidad, control biológico, sostenibilidad medioambiental, inclusión social y beneficios para la salud de los consumidores. Y lo más importante, se intentará definir el marco de una futura Organización Interprofesional Europea, con la misma dimensión del mercado al que van destinadas las frutas y hortalizas. El fin último es equilibrar en un mismo órgano a la producción, la comercialización, la distribución europea, además de los consumidores para alcanzar una cadena de valor más eficaz y transparente.
Sin duda, el sector hortofrutícola andaluz y español se está organizando y uniendo en estructuras más grandes que conseguirán que afrontemos el futuro con más fuerza y preparados para los retos que nos propongamos conseguir.
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