Cuatro Vegas, bajo la premisa de guardar agua para cuando no haya
Anuario de Agricultura & Agroalimentación
Es necesario construir nuevos embalses para aprovechar al máximo este recurso tan valioso para nuestra tierra almeriense
QUÉ sabia es la Naturaleza. De manera innata, los seres vivos tienen la sabia costumbre de acopiar cuando hay disponibilidad, para afrontar después momentos de escasez. Hay tantos ejemplos de ello que citarlos aquí es imposible. Sin duda el más icónico es la hormiga, pero que decir de la ardilla; o de los osos que previamente al invierno se ponen cebados; o del baobab que se hinchan de agua cuando llueve para afrontar las sequías estacionales; etc.
Cuando el ser humano vive según los designios de la Naturaleza, también sigue la premisa de “guardar para cuando no haya” entre otras cosas, agua. Los nativos del Namibia entierran vejigas con agua, estratégicamente situadas para saciar la sed en sus cacerías. Ya más cerca, en sitios con lluvias estacionales se han construido aljibes y los regantes, para garantizarnos sacar adelante las cosechas, construimos balsas y procuramos el máximo aprovechamiento del agua.
Sin duda las balsas de riego son infraestructuras básicas para sostener el modelo social y económico de la provincia de Almería, pero hacer embalses, sin que haya agua para llenarlas es una inversión estéril.
Si bien es cierto que en Almería el principal recurso hídrico son las aguas subterráneas, no es menos cierto que nuestros acuíferos muestran preocupantes síntomas de agotamiento, por lo que nos hemos visto obligados a buscar fuentes complementarias y a veces principales, como son la desalación y la regeneración y reutilización de aguas.
Si para las aguas subterráneas el gran reservorio es el acuífero y para las desaladas lo es el mar, para las aguas regeneradas no existe reservorio natural y para su máximo aprovechamiento es necesario construir embalses o de lo contrario es imposible aprovechar al máximo este recurso tan valioso para nuestra tierra y más concretamente para el Bajo Andarax.
Si queremos tener agua para nuestras cosechas, los regantes del Bajo Andarax debemos invertir en balsas, ya sean individuales y/o colectivas y si ya las tenemos hay que usarlas como “elemento básico” de nuestra actividad económica. En numerosas ocasiones he podido escuchar la aberración de que la balsa es usada solo para atender algunos” usos domésticos” en detrimento de riego, lo que plantea de paso la falta de agua potable en gran parte del medio rural y estando reconocido el acceso al agua como un derecho básico para toda la ciudadanía, supongo que también incluirá al medio rural.
En este orden de cosas, la comunidad de regantes Las Cuatro Vegas de Almería, siempre hemos tenido en nuestro punto de mira incitar a nuestros regantes para que reserven agua en sus balsas particulares y, como colectivo, hemos ido incrementando paulatinamente nuestro número de embalses, contando en la actualidad con tres grandes balsas: deposito B y Las Viudas I, en Viator; y la más reciente, Cañadas Hondas en término de Almería, financiada ésta con Fondos FEADER para el Desarrollo Rural y la Consejería de Agricultura.
Además, en estos momentos estamos en disposición para construir de forma inmediata La de Viudas II, en Viator y vislumbramos la posibilidad de dos nuevas balsas en Cañadas Hondas.
Desde aquí queremos animar al resto de regantes del Bajo Andarax, para que tomen conciencia de la necesidad de seguir también por ese sendero y recordando que hay que guardar por si un día falta.
Temas relacionados
No hay comentarios