Antonio López: "El único objetivo cada vez que lanzo el hueso es batir mi propio récord"

EN Canjáyar, tierra de aceite por excelencia en la Alpujarra almeriense, se celebra cada año en el mes de noviembre un curioso concurso en el marco de la Feria del Aceite. La prueba consiste en lanzar lo más lejos posible un hueso de aceituna con la boca. Allí brilla un nombre propio, el de Antonio López Muriana, quien ha logrado la mejor marca de la historia en la décima edición de la competición y que se ha convertido en un hueso duro de roer para el resto de participantes tras haber logrado el 100% de victorias cada vez que ha competido.

–Eres un auténtico referente en un concurso bastante peculiar. ¿De dónde nace esta habilidad?

-La verdad que no lo sé. Llegó con la primera edición del concurso en el pueblo, creo que fue en el año 2011. Fui a ver como lanzaban el hueso los concursantes porque me pareció algo interesante, y estando allí me animaron a lanzar a mí también, probé y hubo suerte, conseguí el primer premio. El siguiente año, decidí inscribirme y practicar un poco, y logré superar la marca que ya tenía, otra vez siendo el ganador de la competición. Así ha ido sucediendo cada vez que me he presentado, pero es cuestión de suerte, algún día llegará alguien que se anime a lanzar como lo hice yo aquel día y descubra que puede hacer una marca mejor que la mía.

–¿Cuántos metros has lanzado?

-Lo máximo que he lanzado han sido 18,60 metros. La primera vez superé por poco los 15 metros, al siguiente fue un poco más y así es como cada año he ido aumentando la distancia intentando superarme. Mi único objetivo es ese cada vez que lanzo, batir mi propio récord, no me fijo en lo que lanzan los concursantes si no en la primera tirada que hago (se hacen dos lanzamientos y se registra la mejor) para medir cuánto es lo que tengo que superar esta vez, aunque es curioso que siempre el primer lanzamiento es el que vale porque en la segunda tirada no consigo nunca superarla.

–¿Cuál es el secreto para un buen lanzamiento?

-Llenar bien los pulmones de aire y no ponerse nervioso. Además, me suelo tomar una copa de licor de menta porque parece que me ayuda a tomar aire, aunque realmente forma más bien parte del ritual. Es importante también prestar atención al movimiento que haces con el cuello, porque cuanto más estiras menos fuerza tiene el aire. No se trata de un movimiento que salga de las cervicales, si no que el esfuerzo debes concentrarte en los músculos que rodean los pulmones. Por supuesto, hay muchos más trucos, pero esos ya mejor me los guardo.

–¿Qué tipo de aceitunas prefieres para competir?

-No me lo he planteado nunca, la verdad. Cogemos las que nos pone el ayuntamiento en el plato, que suelen ser tipo manzanilla. Ahora que lo dices, son las mejores porque el hueso es más pequeño y es más fácil que rebote.

–¿Cuánto entrenas para preparar el lanzamiento?

-No entreno como tal. Tres o cuatro días antes procuro comerme alguna aceituna para lanzar el hueso, pero más bien como algo anecdótico con los amigos, no como cuando se compite. Por lo general, el resto del año ni me acuerdo de que existe el concurso, solo que hago deportes que requieren de una gran resistencia pulmonar, y sin darme cuenta estoy entrenando mis pulmones para que les quepa más aire a la hora de lanzar el hueso, pero lo hago de manera involuntaria sólo porque me sientomejor o me gusta ese deporte.

–¿Te gustaría que se realizara en otros lugares para poder ir a competir contra otros concursantes?

-Bueno, es parte también del encanto de mi pueblo, que venga la gente aquí a probar y ya de paso conozcan todos nuestros productos y lo que tenemos que ofrecer. Pero si decidieran hacerlo en otros lugares iría a probar suerte, no veo por qué no.

–¿Alguna vez has tenido un contratiempo o una anécdota curiosa durante una competición?

-Un año lancé con una infección en la muela del juicio, por presión de la gente que pedían que lanzara y creo que quedé el último. Nadie cuenta aquel lanzamiento en mi registro de lanzamientos, de hecho, creo que ni la chica que lo apuntaba llegó a registrar mi participación. Fue un auténtico desastre.

–¿Qué es lo que más te motiva para ganar?

-Como ya he comentado, lo que busco es superarme a mi mismo cada año. Aunque lo que realmente motiva es el premio por supuesto, el aceite, que además con lo caro que está es mejor que si te dieran un premio en metálico. Es aceite de alguna de las almazaras del pueblo y para mi es el mejor que existe. El que queda primero es al que más litros le corresponden, en total este año han sido quince botellas de medio litro, y el segundo y el tercero reciben algo menos pero igualmente está muy bien. Si pasas un buen rato y puedes llevar a casa un producto como este, es un buen logro.