Antonio López, presidente de la CUCN: “El campo de Níjar no se merece este castigo”

LA agricultura del Campo de Níjar vive este año una situación de extrema sequía agravado con un problema que hacía saltar la alarma a las puertas del verano. La rotura de un bastidor de la desaladora de Carboneras, que abastece a los agricultores nijareños, provocó durante los meses de más calor que llegara menos agua de la habitual a las balsas de la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar. Una situación agravada además por el aumento del turismo en la zona del Levante y su necesidad de abastecimiento, que también requiere de esa agua para el consumo humano. 

Ante dicha problemática, Antonio López, presidente de la CUCN no ha dejado de lidiar con las administraciones en busca de soluciones para poder salvar la campaña en sus momentos más críticos. “Este año el problema que tenemos es muy grave porque se ha juntado casi todo lo malo que podía haber pasado”, destaca López quien apunta esperanzador a importantes avances durante el mes de septiembre.

De momento las medidas siguen siendo insuficientes. Lo cierto es que el abastecimiento del Levante, a través de la empresa CODEUR, lleva unas semanas cogiendo menos agua. En total, coge unos 5 mil metros cúbicos diarios de la Desaladora de Cuevas de Almanzora dejando más litros disponibles para el regadío, una de las medidas más reclamadas por la CUCN durante todo este tiempo.  

A esto, hay que sumar la importancia de que la empresa GALASA deje de consumir agua de Carboneras y recurra al Levante para el abastecimiento, una solución que a principios de septiembre no llegaba a ser definitiva.

Además, la solución ofrecida por la Desaladora del mar de Alborán “todavía es muy ineficaz”. El suministro comenzó el día 04 de septiembre, y en cinco días suministraron a los regantes de la CUCN un total de 7.076 metros cúbicos. “Hoy han parado el suministro y no saben si nos suministrarán mañana”, destacaba Antonio López preocupado por la ineficiencia de las medidas que se han logrado,

Pero la esperanza, es lo último que se pierde. Y López lo sabe bien, ya que espera una ayuda inminente de unos 20 mil metros cúbicos diarios de agua para el Campo de Níjar que ayudarán a solucionar una parte del problema.

Lo que sí está claro es que “este retraso que se tenía que haber hecho hace dos meses, y no tendríamos esta situación”, según explica López. “Se está pasando muy mal, hay mucha cosecha en los estados avanzados con mucha deficiencia y Níjar no se merecía este castigo”, lamenta el presidente de los comuneros. Ahora, la suerte está echada para poder salvar las cosechas, ya que la falta de recursos hídricos en los momentos clave del cultivo ha causado verdaderos estragos a los agricultores, llegando incluso a perder parte de sus plantaciones.