El aguacate, un cultivo innovador que llega al Andarax y lo hace para quedarse

Agricultura

La comarca del Andarax es un lugar idóneo para el cultivo de este fruto tropical por su clima templado y sus recursos hídricos

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Manuel Gómez, agricultor de aguacates.
Manuel Gómez, agricultor de aguacates. / Javier Alonso

El aguacate es un fruto tropical cuyo cultivo está cada vez más extendido en la provincia de Almería. La conocida como ‘huerta de Europa’ por ser líder en la producción de hortalizas, también pretende dar respuesta - eso sí, a menor escala- a la creciente demanda constante sostenida en las dos últimas décadas de frutos tropicales y exóticos, especialmente con el aguacate como cultivo que mejor representa esta tendencia. Así, este fruto tropical, se posiciona como una alternativa rentable para los agricultores de la Alpujarra almeriense y la comarca del Andarax, lugares en los que se dan las condiciones idóneas para obtener este preciado alimento.

“Es un cultivo completamente nuevo para nosotros y somos muy pocos los agricultores que nos hemos arriesgado por el momento a plantarlos y quiénes entre nosotros vamos enseñándonos y aprendiendo cada día los unos de los otros”, explica Manuel Gómez, quien tiene 150 árboles en producción de las variedades Hass y Bacon, situados en las vegas de entre los municipios de Canjáyar y Padules.

De momento, tras tres años de experiencia, a él no le ha ido mal y por eso ha ampliado su producción con 50 árboles más que se plantaron en abril y empezarán a dar fruto el próximo otoño. “Es un producto alternativo, algo diferente que acaba de estallar su ‘boom’ y está en pleno auge”, reseña.

Las claves para obtener un buen fruto, según explica el agricultor son tres: clima, agua y trabajo. En primer lugar, la planta necesita unas condiciones climatológicas en las que no haga frío, y tampoco un calor excesivo. Aunque la Alpujarra es una zona montañosa, el cambio climático ha acabado con las fuertes heladas en el medio Andarax y ha dejado unas temperaturas cada vez más templadas. “Aquí está cambiando el clima y está cambiando todo y por eso los podemos cultivar”, apunta.

En cuanto al riego, el aguacate necesita una humedad constante para dar un buen fruto, algo muy complejo teniendo en cuenta que Almería es la provincia con mayor índice de sequía de todo el territorio nacional. Además, es imprescindible que no le falte nunca el agua, pero llevando un cuidado extremo para que la tierra drene bien y no llegue a encharcarse. “Aquí tenemos mucha suerte porque no nos falta nunca el agua y no es excesivamente cara por lo que nos podemos permitir estar regando cada vez que el árbol lo necesite”.

La humedad de la tierra, tiene además un hándicap, la proliferación de hongos, uno de los grandes desafíos que conlleva este cultivo. Y es que, las enfermedades más comunes en los aguacates están relacionadas con los hongos, que afectan principalmente a la planta a través de heridas en las ramas o raíces dañadas por la poda, el viento o cualquier otro factor que deje expuesta la madera que es la que empieza a pudrirse. Esto conlleva un cuidado muy riguroso para tratar de mantener la planta sana y en sus condiciones más saludables, ya que “si la planta está sana y fuerte, puede resistir enfermedades, pero si está debilitada, cualquier hongo puede ser devastador”, según explica Manuel.

Pero el aguacate, lo que necesita es trabajo, mucho esfuerzo y una gran dedicación que se desarrolle durante todo el año para que cuando llegue el mes de octubre se puedan empezar a cosechar las primeras piezas si ya han alcanzado su nivel óptimo de grasa. El fruto, nunca madura en el árbol, si no que lo hace una vez ha sido cortado, y aunque se pueden cosechar hasta febrero o marzo, no es recomendable alargar demasiado el proceso ya que puede afectar a la capacidad de la planta para florecer adecuadamente en la siguiente temporada. “La planta necesita descansar; hay que quitarle el fruto, podarla y formar las ramas para que esté lista para la floración que comienza en marzo que es lo que va a determinar que haya más kilos o menos de cosecha”, explica el agricultor.

“No sabría decir cuántos kilos hemos sacado este año pero el balance de la cosecha, ahora que quedan cuatro escasos árboles que recolectar, ha sido bastante bueno y la calidad del fruto está siendo excepcional desde el primero hasta el último”, apunta Manuel, quien junto a su esposa Ana ha recolectado cada una de las piezas, las han envasado y las han distribuido durante una intensa campaña por toda la provincia. El hecho de que el aguacate comience su maduración una vez ha sido recolectado, es una de las grandes ventajas de este cultivo ya que supone que no se necesite mucha mano de obra, permitiendo al matrimonio llevar a cabo una campaña tranquila, pausada y muy exitosa.

Pero lo más gratificante de este innovador cultivo, es sin duda su precio, ya que el agricultor recibe de media tres euros por cada kilogramo que recolecta. “Aquí en Almería no tenemos todavía un mercado abierto para la exportación, así que muchas veces hay que llevar la producción a lugares como Motril”, comenta Manuel, quien destaca que una de las grandes dificultades sigue siendo a día de hoy la de su comercialización.

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