Sin agricultura ni ganadería familiar no hay futuro para el mundo rural

El Ministro de Agricultura se comprometió a iniciar en septiembre, el proceso formal para poner en marcha la Ley de Agricultura Familiar. El primer paso será según el ministro convocar una consulta pública sobre el anteproyecto de Ley, abierta, lógicamente, a la participación de las organizaciones agrarias y el resto de asociaciones vinculadas con el ámbito de la nueva Ley.

Desde UPA damos la bienvenida a este anuncio del ministro, después de meses de cierta parálisis política en una legislatura compleja y enredada que después de un año de las elecciones generales no acaba de arrancar con toda la fuerza necesaria.

No somos ingenuos y sabemos que las leyes, por si mismas, no resuelven de un plumazo todos los problemas ni despejan todas las incertidumbres, pero si son decisivas para fijar objetivos, establecer márgenes y crear condiciones legales y formales que determinan después la eficacia de muchas variadas políticas concretas, regulaciones, medidas de apoyo, proyectos… con una incidencia directa sobre nuestra actividad en la agricultura y la ganadería profesional.

Para UPA Almería la Ley de Agricultura Familiar es una emergencia social. Y es una necesidad urgente, que debe resolverse en todos sus procesos formales de forma acelerada, para evitar riesgos ante posibles complicaciones políticas en la legislatura. Por todo esto desde UPA Almería, ya está liderando el debate previo al anteproyecto de la Ley, para hacerlo nuestro y que no se quede en un texto de buenas intenciones y escasa concreciones, que al final no defienda el sistema de explotación familiar agraria que es en resumen el Modelo Almería.

Esta Ley debe dejar muy claro el carácter trasversal, donde sus implicaciones serán lógicamente, agrícolas y ganaderas, pero también ambientales, sociales, territoriales, laborales, fiscales y culturales.

Asimismo, deberá establecer con precisión las diferentes figuras de profesionales de la agricultura familiar, ya sea en actividad principal agraria o como agricultor parcial (en el interior de la provincia partes de los agricultores y ganaderas y agricultoras y ganaderos necesitan trabajar fuera de la explotación para mantener una renta digna) con sus matices territoriales y sectoriales.

Habrá que caracterizar a la agricultura familiar y sus nexos con la residencia en el medio rural, el trabajo en la explotación y el esquema de decisiones tomadas ene l seno de la familia, con el esfuerzo de la titularidad compartida como elemento decisivo para apoyar a las mujeres rurales, al igual que la necesidad de un compromiso público real y efectivo con el relevo generacional.

Pero, sobre todo, es imprescindible delimitar un marco concreto y preciso sobre la priorización de la agricultura familiar en todas las Políticas Públicas, comenzando con la PAC y todas sus derivadas, pero también en muchos otros ámbitos, seguros agrarios, regulaciones sectoriales, adaptación y mitigación del cambio climático. biodiversidad, mejor acceso a la innovación tecnológica, transformación digital, sostenibilidad, políticas de aguas tan importante y necesaria en Almería y sobre todo en el sector hortícola. -

Sin agricultura y ganadería familiar no hay futuro para este mundo rural no hay futuro para la provincia de Almería que ha basado su desarrollo en las explotaciones familiares no solo hortícolas si no en los cultivos de secano como es del de los frutos secos. Y este Modelo Almería lo sabemos bien, que hace reparto más social de la riqueza, en estos momentos con la irrupción en el sector agrario de fondos de inversión reinventando la manera de producir alimentos como es el modelo agroindustrial esta en peligro. Por eso hacemos un llamamiento a las fuerzas políticas para que tengan la capacidad de proponer y aprobar leyes que asuman esta evidencia y evitemos la desaparición del Modelo Almería.