Un desayuno con las estrellas

Rainer Weiss, científico descubridor de las ondas gravitacionales, mantiene un enriquecedor coloquio con seis estudiantes de secundaria de La Salle

Mañana será investido Doctor 'Honoris Causa' por la UAL

Reinar Weiss, flanqueado por John E. Beckman, Antonio Galindo y Pedro San José, en pleno coloquio con los estudiantes.
Reinar Weiss, flanqueado por John E. Beckman, Antonio Galindo y Pedro San José, en pleno coloquio con los estudiantes. / Javier Alonso

Almería/"No eres tan tonto como pareces", le dijo en cierta ocasión un profesor, de nombre Jerrold Zacharías y que posteriormente tutelaría su tesis doctoral, a un joven alumno al que los estudios no parecían entusiasmarle, o desde luego le apasionaban mucho menos que la música. Rainer Weiss lo encajó bien y el tiempo demostraría que Zacharías no andaba desencaminado. Con seis años el joven Rainer había llegado a Estados Unidos con su familia, previo paso por Checoslovaquia, huyendo del régimen nazi preponderante en su Alemania natal. Corría el año 1938. Con un progenitor judío y otro protestante, la salida de su país parecía la única vía posible para sobrevivir. Y el joven Weiss, un enamorado del piano y también de las estrellas, hizo carrera científica. El pasado año, con 85 años, recibía el Premio Nobel de Física -y también el Princesa de Asturias- por su descubrimiento de las ondas gravitacionales, las cuales consiguió observar por primera vez en la historia en el pasado 2015. Ayer desayunó con seis jóvenes estudiantes de ciencias del colegio La Salle, alumnos de 4º de ESO a los que demostró durante cerca de hora y media la pasión que sigue sintiendo por la divulgación. Mañana será investido solemnemente Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería.

"Un lujo, un privilegio que quizás jamás volvamos a tener", se repetían los jóvenes Sophía, Antonio, Pedro, Paula, Elena y María del Carmen, los seis elegidos para hacerle llegar a esta eminencia científica todas sus inquietudes, dudas o curiosidades en una mañana que difícilmente olvidarán. "Son alumnos brillantes en ciencias y con un buen nivel de inglés", explicaba su profesor, Antonio Galindo, impulsor de una actividad "única" y que además atrajo ayer a la Plaza Flores a profesores universitarios, divulgadores -como Antonio Garrido, responsable de la secuenciación del ADN en la UAL-, amantes de la ciencia y curiosos que comprobaron in situ cómo con 86 años se puede mantener la pasión por la disciplina a la que has dedicado toda una vida y que sigue siendo tu razón de ser.

Los jóvenes establecieron un diálogo fluido con el doctor Weiss y le inquirieron por numerosos asuntos, entre ellos el musical, ya que los seis son músicos en ciernes. Lo que en un principio iban a ser 30 minutos de conversación se transformaron en 90, salpicados de anécdotas, consejos y explicaciones transmitidos con una patente pasión. Los chavales tuvieron especial curiosidad por conocer sus motivaciones y el proceso que le llevó a Weiss tanto a formarse como científico como al descubrimiento que le ha hecho pasar a la historia. Qué sintió cuando verificó su descubrimiento, cómo de cerca estamos de conocer lo que ocurrió en el Big Bang, cuál debe ser la principal cualidad de un científico o las motivaciones que todavía mantiene fueron algunas de las muchas dudas que Weiss repondió con entusiasmo, afabilidad y cariño a los jóvenes estudiantes.

Presentes en el evento estuvieron también Pedro San José, responsable de las VII Jornadas Astronómicas de Almería, que se celebran hasta el próximo 8 de junio y en cuya programación se enmarcó esta actividad; y el doctor en Astrofísica John E. Beckman, profesor e investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y que, como Weiss, también impartirá una conferencia en dichas jornadas.

"Que unos chavales estudiantes puedan acercarse de una manera directa y cercana nada menos que a un Premio Nobel de física es una oportunidad de oro, y queríamos que además no hubiera traducción, que surgiera la fluidez del diálogo en inglés; y la valoración de cómo ha salido la actividad no puede ser mejor", expresó el profesor Antonio Galindo, quien resaltó el clima "distendido y de normalidad" que se generó con el doctor Weiss. "La agenda de este hombre es muy apretada, pero cuando le propusimos estar con los jóvenes, dijo sí sin pensarlo y sin límite de tiempo", resaltó. Toda una estrella con los pies en la tierra y que, quién sabe, igual ayer influyó decisivamente en que otros, inquietos almerienes, terminen siguiéndole los pasos en un futuro no tan lejano. El tiempo lo dirá.

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